Fue el viernes 29 de Julio pasado cuando el vocero de la clase dirigente, el diario La Segunda publicó una entrevista al general Bruno Villalobos Krumm, jefe de la inteligencia de los pacos, más conocida como Dipolcar (Dirección de “Inteligencia” Policial de Carabineros), siniestra organización lícita terrorista del enemigo y continuadora de la DICOMCAR que se hizo tristemente famosa por degollar a 3 profesionales del PC en Marzo de 1985 y torturar a cuanto opositor ala dictadura pasó por sus sádicas manos. Luego del degollamiento de Nattino, Guerrero y Parada, y ante el escándalo nacional y mundial, el enemigo utilizó una técnica burda pero efectiva para engañar a la mayoría ciudadana que siente afecto por la putrefacta institución de carabineros y aún cree que se trata sólo de malos elementos enquistados en la institución del orden y la patria. Así decidió cambiar el nombre de DICOMCAR a DIPOLCAR, es decir, los mismos psicópatas con pistola y carta blanca para matar y torturar en nombre de la mantención del orden de los ricos y poderosos, pero con otro nombre. Qué mejor, cambiar la “chapa” y todos sus execrables crímenes e infamias quedaban diluidos en la nada para el país que se preparaba para una transición pacífica y bajo la tutela de los propios asesinos con la complicidad de todos aquellos interesados en mantener el sistema, aún a costa de sacrificar al régimen: la iglesia católica, estados unidos y, cómo no, lo que luego se llamaría Concertación de Partidos por la Democracia (en ese entonces Alianza Democrática). Pero esa es otra historia.
Volviendo a la entrevista realizada por el pasquín de Agustín Edwards Eastman -el Daddy para los amigos- y quien cuenta con un curriculum no menos criminal que la DIPOLCAR, claro que un poco más elevado. En el curriculum de Edwards se cuenta: ser receptor de fondos de la CIA para boicotear el gobierno de Allende, propiciar y luego aplaudir rabiosamente el golpe de Estado, ser cómplice de Montajes (sí, ya en ese tiempo eran cómplices de los montajes del poder) de la siniestra DINA tratando de pasar una matanza de militantes del MIR, cuyos cuerpos habían sido encontrados en Argentina (la llamada Operación Colombo o Caso de los 119, por ser 119 muertos), nada menos que como una lucha intestina dentro del propio MIR, es decir que se habían matado entre ellos. Esta canallada fue publicada por el mismo diario La Segunda en su portada, bajo el título exterminan como ratones a miristas. Bien, para qué vamos a seguir recordando el prontuario del periodismo chileno allegado a la mafiosa familia Edwards. El asunto es que en este “prestigioso” diario amigo de la DIPOLCAR, el jefe de la “inteligencia” de los pacos, despliega sus argumentos para defenderse de las imputaciones de escuchas ilegales a parlamentarios y hace un complejo análisis del perfil del joven participante de las protestas. Toda la entrevista es un verdadero pastel de imbecilidades y tomaduras de pelo al sentido común, pero destacaremos a continuación sus pasajes más “brillantes”.
Defendiendo al fiscal amigo
Uno de los pasajes más patéticos es cuando el general Villalobos, en un arranque justiciero, pretende encubrir a uno de los Fiscales más conspicuos y que les ha prestado mejores servicios a la putrefacta institución, me refiero al señorito y actual jefe de la Fiscalía Regional Centro Norte, don Andrés Montes Cruz, hijo nada menos que del sapo Diputado del Partido Socialista por La Florida, Carlos Montes Cisternas. Este personajillo, actual militante PS y ex MAPU, cuenta entre sus joyas, aparte de ser el Don Corleone de La Florida, donde todos deben pasar a besar su mano para tener su beneplácito, el haber sido una de las personas que son sindicadas como delatores del MAPU Lautaro a inicios de la transición a la democracia. Sucedió a inicios del 90, en pleno auge de la actividad militar del Mapu Lautaro. En esa época se sucedían casi diariamente atentados a carabineros, ajusticiamientos de esbirros de la dictadura, ataques a cuarteles y asaltos bancarios en un incremento creciente de la actividad de guerrilla urbana de organizaciones político-militares de la izquierda leninista que venían de los tiempos de la dictadura y que seguían actuando en democracia. Los antecedentes que dejó la CNI no eran muchos, de hecho otro sapo como Belisario Velasco, ha llegado a decir que leyó informes donde se señalaba que el Mapu Lautaro era una estructura del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Ante esta situación, los “demócratas” de pistola en la sobaquera y ansiosos por mostrarse eficientes con sus patrones, sobre todo ante la alarma de los hechos de violencia que incluyeron la ejecución del ideólogo de la dictadura, Jaime Guzmán Errázuriz, decidieron desarrollar un sistema de inteligencia propio que sería conocido como La Oficina, aunque no fue el único ya que se dice que el sapo Belisario Velasco tenía una red de inteligencia propia y bajo su supervisión personal.
Es en este marco, en el que varios ex militantes del MAPU, deciden colaborar y delatar a los dirigentes que ellos conocían del tiempo en que militaban juntos y que en 1982, se habían separado para formar la organización político militar Mapu Lautaro. En este contexto, es que se menciona que Carlos Montes habría entregando los nombres de Guillermo Ossandón (secretario general Mapu Lautaro) y otros dirigentes. En la delación también se sabe que participaron Eugenio Tironi, Víctor Barrueto y Oscar Guillermo Garretón (ex prófugo de la policía política de la dictadura y actual gran empresario), todos ex militantes del MAPU.
Pues bien, como de tal palo tal astilla, el hijo del sapo Montes decidió ser Fiscal y le correspondió llevar nada menos que el caso al asalto al Banco Security, luego del cual se produjo un enfrentamiento de igual a igual entre personas armadas y en el que murió el voluntario de la represión, cabo Luis Moyano, algo tan distinto a lo que están acostumbrados a hacer los miembros de la putrefacta institución a quienes les gusta actuar sobre seguro, en grupo y con superioridad infinita de medios, baleando a estudiantes y mapuches, sabiendo que cuentan con la impunidad otorgada por la mafia judicial.
El Fiscal Montes Cruz, llevó este caso por el que se inculpó a los compañeros Marcelo “Negro” Villarroel, Juan Aliste Vega, Freddy Fuentevilla y el felizmente prófugo Carlos Gutiérrez Quiduleo. SE nota el agradecimiento del General Villalobos Krumm a la labor de inculpar a nuestros compañeros por el asalto bancario y el “asesinato” como llama la prensa y el poder al enfrentamiento armado en igualdad de condiciones, tan diferente de los “confusos incidentes” en que mueren nuestros compañeros. La guinda de la torta es que el Fiscal Montes al saber de la denuncia de escuchas telefónicas ilegales por parte de los psicópatas de la DIPOLCAR no sólo no habría hecho nada, sino que le contó a sus amigos policías para que tomaran las debidas precauciones. Veamos ahora los pasajes más lameculo del miserable general:
“ El papel del fiscal Montes: Le están inventando cosas
––¿Qué información le pidió el fiscal Montes acerca de los equipos de escucha? Porque los ex carabineros alegan que ellos fueron a verlo a él con datos concretos, y éste les alertó a ustedes.
—No me han pedido información de equipos. Si estos señores han tenido la capacidad de inventar todo esto, que no les extrañe que le estén inventando al fiscal Montes otra cosa. Desconozco eso del fiscal Montes, porque —aunque estoy dispuesto a hacerlo— no he ido a declarar. Han ido oficiales míos (como testigos).
—¿El fiscal Montes alguna vez le envió un oficio preguntando por aparatos de interceptación telefónica?
—No lo recuerdo. Pero ojo, que toda esta información está afecta a la Ley de Inteligencia. El fiscal sabe que aquellos que preguntan por qué no entró a la Dipolcar a quitar los equipos son ignorantes y no tienen idea de la legislación chilena.”
Sin llorar es este cuento, general, parece un niños en camisa de dormir luego de una pesadilla. Suficientes muertes y torturas han provocado ustedes como para venir a llorar porque los descubrieron en algo que todo el mundo sabe que hacen: escuchas telefónicas ilegales. ¿Alguien en su sano juicio dudaría que si los pacos sospecharan que alguien tiene información estratégica para la seguridad del Estado o para la estabilidad del gobierno, dudarían en escuchar sus conversaciones telefónicas? Por paco Villalobos Krumm, si no nacimos ayer. Si así actúan con diputados del partido Comunista, qué queda esperar para alguien a quien crean un enemigo del Estado y el Capital. Ninguna ingenuidad ante esta situación.
Analizando al anarquismo y el perfil del joven que protesta
Pero donde el llorón general, ya se saca los zapatos, es cuando analiza el anarquismo y el conflicto social donde realiza un análisis digno de un imbécil. Al leerlo, aparte de dar risa da un poco de pena y uno se explica porqué la DIPOLCAR no es capaz de desbaratar ni una barra brava. Esa institución está poseída por las caricaturas, los estereotipos, la idiotez y la ignorancia supina partiendo por su jefe. En su sesudo análisis, el general nos sorprende con una gran revelación: los jóvenes encapuchados vienen de familias disgregadas que cuando se mezclan con anarquismo se convierten en la personificación del mal. Luego realiza una compleja desagregación de variables diferenciando entre anarquistas marihuaneros y anarquistas veganos extremos. A continuación se dedica escribir nuevamente la historia social de chile señalando que el Estado lidia con los anarquistas desde hace 6 años, no como España que llevan décadas. ¿Sabrá el general Villalobos Krumm del papel de los anarquistas en los inicios del movimiento obrero chileno, la huela de Santa María de Iquique, el juicio a los subversivos, el asesinato del poeta anarquista Domingo Gómez Rojas en 1920 a cuyo funeral asistieron 40 mil personas, de la identificación anarquista de los premios nacionales de literatura José Santos González vera y Manuel Rojas? Bueno, para qué le vamos a explicar estas cosas al paco Villalobos y a los demás pacos de la DIPOLCAR que visitan estos sitios de Internet en su arriesgada función de perseguir al enemigo interno. Mejor divirtámonos con las palabras textuales de Villalobos Krumm difundidas por sus amigos criminales de La Segunda. Y cuando se pregunten de dónde viene tanta estupidez en el Caso Bombas y el origen de los argumentos de sociología de cuarta categoría…a continuación tienen la respuesta.
“––¿Cuál es el perfil de los encapuchados que hacen destrozos?
––Tienen un caldo de cultivo: Disgregación familiar y anarquista. La sumatoria de estas dos cosas es veneno. Ese es el perfil de los cabros que andan causando daños. No tienen parámetros de familia y no tiene nada.
—¿Qué disgregación familiar?
—Viven fuera del grupo familiar, no tienen la estructura familiar. Puede tener (padres) maltratadores, buenos para el trago. Estos jóvenes pueden ser marihuaneros y anarquistas. Hay distinciones: El vegano, anarquista extremo, es diferente al anarquista que vemos normalmente.
––Si el grupo es tan diverso, ¿cómo se previenen desmanes?
––Eso es lo difícil. El problema del anarquismo no solamente lo tiene Chile... lo tienen todos los países. En España no llevan seis años como nosotros, llevan décadas peleando contra él. Una de las formas en que la globalización ha actuado para mal ha sido ésta”.
Volviendo a la entrevista realizada por el pasquín de Agustín Edwards Eastman -el Daddy para los amigos- y quien cuenta con un curriculum no menos criminal que la DIPOLCAR, claro que un poco más elevado. En el curriculum de Edwards se cuenta: ser receptor de fondos de la CIA para boicotear el gobierno de Allende, propiciar y luego aplaudir rabiosamente el golpe de Estado, ser cómplice de Montajes (sí, ya en ese tiempo eran cómplices de los montajes del poder) de la siniestra DINA tratando de pasar una matanza de militantes del MIR, cuyos cuerpos habían sido encontrados en Argentina (la llamada Operación Colombo o Caso de los 119, por ser 119 muertos), nada menos que como una lucha intestina dentro del propio MIR, es decir que se habían matado entre ellos. Esta canallada fue publicada por el mismo diario La Segunda en su portada, bajo el título exterminan como ratones a miristas. Bien, para qué vamos a seguir recordando el prontuario del periodismo chileno allegado a la mafiosa familia Edwards. El asunto es que en este “prestigioso” diario amigo de la DIPOLCAR, el jefe de la “inteligencia” de los pacos, despliega sus argumentos para defenderse de las imputaciones de escuchas ilegales a parlamentarios y hace un complejo análisis del perfil del joven participante de las protestas. Toda la entrevista es un verdadero pastel de imbecilidades y tomaduras de pelo al sentido común, pero destacaremos a continuación sus pasajes más “brillantes”.
Defendiendo al fiscal amigo
Uno de los pasajes más patéticos es cuando el general Villalobos, en un arranque justiciero, pretende encubrir a uno de los Fiscales más conspicuos y que les ha prestado mejores servicios a la putrefacta institución, me refiero al señorito y actual jefe de la Fiscalía Regional Centro Norte, don Andrés Montes Cruz, hijo nada menos que del sapo Diputado del Partido Socialista por La Florida, Carlos Montes Cisternas. Este personajillo, actual militante PS y ex MAPU, cuenta entre sus joyas, aparte de ser el Don Corleone de La Florida, donde todos deben pasar a besar su mano para tener su beneplácito, el haber sido una de las personas que son sindicadas como delatores del MAPU Lautaro a inicios de la transición a la democracia. Sucedió a inicios del 90, en pleno auge de la actividad militar del Mapu Lautaro. En esa época se sucedían casi diariamente atentados a carabineros, ajusticiamientos de esbirros de la dictadura, ataques a cuarteles y asaltos bancarios en un incremento creciente de la actividad de guerrilla urbana de organizaciones político-militares de la izquierda leninista que venían de los tiempos de la dictadura y que seguían actuando en democracia. Los antecedentes que dejó la CNI no eran muchos, de hecho otro sapo como Belisario Velasco, ha llegado a decir que leyó informes donde se señalaba que el Mapu Lautaro era una estructura del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Ante esta situación, los “demócratas” de pistola en la sobaquera y ansiosos por mostrarse eficientes con sus patrones, sobre todo ante la alarma de los hechos de violencia que incluyeron la ejecución del ideólogo de la dictadura, Jaime Guzmán Errázuriz, decidieron desarrollar un sistema de inteligencia propio que sería conocido como La Oficina, aunque no fue el único ya que se dice que el sapo Belisario Velasco tenía una red de inteligencia propia y bajo su supervisión personal.
Es en este marco, en el que varios ex militantes del MAPU, deciden colaborar y delatar a los dirigentes que ellos conocían del tiempo en que militaban juntos y que en 1982, se habían separado para formar la organización político militar Mapu Lautaro. En este contexto, es que se menciona que Carlos Montes habría entregando los nombres de Guillermo Ossandón (secretario general Mapu Lautaro) y otros dirigentes. En la delación también se sabe que participaron Eugenio Tironi, Víctor Barrueto y Oscar Guillermo Garretón (ex prófugo de la policía política de la dictadura y actual gran empresario), todos ex militantes del MAPU.
Pues bien, como de tal palo tal astilla, el hijo del sapo Montes decidió ser Fiscal y le correspondió llevar nada menos que el caso al asalto al Banco Security, luego del cual se produjo un enfrentamiento de igual a igual entre personas armadas y en el que murió el voluntario de la represión, cabo Luis Moyano, algo tan distinto a lo que están acostumbrados a hacer los miembros de la putrefacta institución a quienes les gusta actuar sobre seguro, en grupo y con superioridad infinita de medios, baleando a estudiantes y mapuches, sabiendo que cuentan con la impunidad otorgada por la mafia judicial.
El Fiscal Montes Cruz, llevó este caso por el que se inculpó a los compañeros Marcelo “Negro” Villarroel, Juan Aliste Vega, Freddy Fuentevilla y el felizmente prófugo Carlos Gutiérrez Quiduleo. SE nota el agradecimiento del General Villalobos Krumm a la labor de inculpar a nuestros compañeros por el asalto bancario y el “asesinato” como llama la prensa y el poder al enfrentamiento armado en igualdad de condiciones, tan diferente de los “confusos incidentes” en que mueren nuestros compañeros. La guinda de la torta es que el Fiscal Montes al saber de la denuncia de escuchas telefónicas ilegales por parte de los psicópatas de la DIPOLCAR no sólo no habría hecho nada, sino que le contó a sus amigos policías para que tomaran las debidas precauciones. Veamos ahora los pasajes más lameculo del miserable general:
“ El papel del fiscal Montes: Le están inventando cosas
––¿Qué información le pidió el fiscal Montes acerca de los equipos de escucha? Porque los ex carabineros alegan que ellos fueron a verlo a él con datos concretos, y éste les alertó a ustedes.
—No me han pedido información de equipos. Si estos señores han tenido la capacidad de inventar todo esto, que no les extrañe que le estén inventando al fiscal Montes otra cosa. Desconozco eso del fiscal Montes, porque —aunque estoy dispuesto a hacerlo— no he ido a declarar. Han ido oficiales míos (como testigos).
—¿El fiscal Montes alguna vez le envió un oficio preguntando por aparatos de interceptación telefónica?
—No lo recuerdo. Pero ojo, que toda esta información está afecta a la Ley de Inteligencia. El fiscal sabe que aquellos que preguntan por qué no entró a la Dipolcar a quitar los equipos son ignorantes y no tienen idea de la legislación chilena.”
Sin llorar es este cuento, general, parece un niños en camisa de dormir luego de una pesadilla. Suficientes muertes y torturas han provocado ustedes como para venir a llorar porque los descubrieron en algo que todo el mundo sabe que hacen: escuchas telefónicas ilegales. ¿Alguien en su sano juicio dudaría que si los pacos sospecharan que alguien tiene información estratégica para la seguridad del Estado o para la estabilidad del gobierno, dudarían en escuchar sus conversaciones telefónicas? Por paco Villalobos Krumm, si no nacimos ayer. Si así actúan con diputados del partido Comunista, qué queda esperar para alguien a quien crean un enemigo del Estado y el Capital. Ninguna ingenuidad ante esta situación.
Analizando al anarquismo y el perfil del joven que protesta
Pero donde el llorón general, ya se saca los zapatos, es cuando analiza el anarquismo y el conflicto social donde realiza un análisis digno de un imbécil. Al leerlo, aparte de dar risa da un poco de pena y uno se explica porqué la DIPOLCAR no es capaz de desbaratar ni una barra brava. Esa institución está poseída por las caricaturas, los estereotipos, la idiotez y la ignorancia supina partiendo por su jefe. En su sesudo análisis, el general nos sorprende con una gran revelación: los jóvenes encapuchados vienen de familias disgregadas que cuando se mezclan con anarquismo se convierten en la personificación del mal. Luego realiza una compleja desagregación de variables diferenciando entre anarquistas marihuaneros y anarquistas veganos extremos. A continuación se dedica escribir nuevamente la historia social de chile señalando que el Estado lidia con los anarquistas desde hace 6 años, no como España que llevan décadas. ¿Sabrá el general Villalobos Krumm del papel de los anarquistas en los inicios del movimiento obrero chileno, la huela de Santa María de Iquique, el juicio a los subversivos, el asesinato del poeta anarquista Domingo Gómez Rojas en 1920 a cuyo funeral asistieron 40 mil personas, de la identificación anarquista de los premios nacionales de literatura José Santos González vera y Manuel Rojas? Bueno, para qué le vamos a explicar estas cosas al paco Villalobos y a los demás pacos de la DIPOLCAR que visitan estos sitios de Internet en su arriesgada función de perseguir al enemigo interno. Mejor divirtámonos con las palabras textuales de Villalobos Krumm difundidas por sus amigos criminales de La Segunda. Y cuando se pregunten de dónde viene tanta estupidez en el Caso Bombas y el origen de los argumentos de sociología de cuarta categoría…a continuación tienen la respuesta.
“––¿Cuál es el perfil de los encapuchados que hacen destrozos?
––Tienen un caldo de cultivo: Disgregación familiar y anarquista. La sumatoria de estas dos cosas es veneno. Ese es el perfil de los cabros que andan causando daños. No tienen parámetros de familia y no tiene nada.
—¿Qué disgregación familiar?
—Viven fuera del grupo familiar, no tienen la estructura familiar. Puede tener (padres) maltratadores, buenos para el trago. Estos jóvenes pueden ser marihuaneros y anarquistas. Hay distinciones: El vegano, anarquista extremo, es diferente al anarquista que vemos normalmente.
––Si el grupo es tan diverso, ¿cómo se previenen desmanes?
––Eso es lo difícil. El problema del anarquismo no solamente lo tiene Chile... lo tienen todos los países. En España no llevan seis años como nosotros, llevan décadas peleando contra él. Una de las formas en que la globalización ha actuado para mal ha sido ésta”.
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