POR RODOLFO MONTES DE OCA |
La ley penal no es inherente a las sociedades. Es producto de determinadas personas que se ven en la necesidad de prohibir ciertas conductas que son consideradas peligrosas para el “establishment”. Es decir, El derecho penal, es el componente legal del Complejo Industrial Penal, que busca dar ciertas formalidades y sirve de excusa para apartar del seno de la sociedad cualquier comportamiento que consideren desviado, en vísperas de instaurar un orden uniforme del cual se benefician unos pocos.
La ley penal trabaja con imágenes falsas. Se basa en acciones en lugar de interacciones, se basa en sistemas de responsabilidades biológicas antes que civiles. Moldea y crea estereotipos de lo que es criminal y lo que no es. La construcción de lo “desviado” es producto de los cánones de valores que rigen una determinada civilización. Con lo cual podemos concluir que la noción de “loco”, “criminal” o “desadapto” es producto de una construcción teórica y de una evidente dictadura de las mayorías que solo pretende expulsar a cualquier prometeo del reino de Zeus.
La ley penal trabaja con imágenes falsas. Se basa en acciones en lugar de interacciones, se basa en sistemas de responsabilidades biológicas antes que civiles. Moldea y crea estereotipos de lo que es criminal y lo que no es. La construcción de lo “desviado” es producto de los cánones de valores que rigen una determinada civilización. Con lo cual podemos concluir que la noción de “loco”, “criminal” o “desadapto” es producto de una construcción teórica y de una evidente dictadura de las mayorías que solo pretende expulsar a cualquier prometeo del reino de Zeus.
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